En este caso, pata de un banco.
También el procedimiento es válido para patas de sillas y mesas.
Es muy común que las patas de madera se partan por un golpe lateral o por resecado y debilitamiento, que junto a la mala calidad que a veces juega en contra, pueda producirse la rotura.
Tomemos en cuenta que una silla o banco soporta mucho peso, la de una persona que a veces puede ser de gran porte, y conjuntamente con el mal trato por arrastre o balanceo, la pata termina partiéndose.
De acuerdo al modo en que se rompa o parta, puede tener un arreglo rápido y fácil, o mas lento y complicado.
En el ejemplo del banco, la rotura es conveniente y fácil de reparar, ya que la rotura presenta una especie de caja y espiga que se ha formado en forma natural y accidental. Lo que hará que la unión sea con mejor traba, a diferencia de una rotura muy recta o plana.
Antes de encolar, debemos probar despacio y con delicadeza las dos piezas en seco, o sea sin cola.
Cuando vemos que encajan las dos partes perfectamente, las separamos y nos preparamos para comenzar el encolado.
De todas maneras, por las dudas, revisamos todas las uniones restantes para ver si no están flojas, lo que si así fuera, deberíamos desarmar todo el banco y rearmarlo nuevamente a parte de la reparación de la pata.
Si el resto está fuerte y sin movimiento, nos enfocamos a la rotura, y comenzamos la reparación.
Ubicamos al banco patas para arriba y colocamos la cola vinílica en una buena cantidad pero sin chorrear o volcar demasiado.
Notaremos que además de la rotura, tiene una rajadura, podemos colocar en ella un destornillador o formón para abrirla un poquito más sin llegar a partir la madera, de modo que el pegamento ingrese bien dentro de ella.
Podemos agregar un poco de agua, no mucha, para aflojar un poco la cola y se haga mas escurridiza y penetre más dentro de la rajadura y el resto de la hendidura.
No es necesario colocar cola a las dos partes a unir, ya que la cantidad que colocan es abundante, por eso la pieza que ingresa va a recibir buena cantidad de su otra parte al apoyarse.
Una vez que ya cargamos con cola, ubicamos nuevamente la pieza, y golpeamos con un mazo de goma hasta que encastre perfectamente.
Cuando ya llega a hacer tope en el fondo, y la unión sea perfecta, le agregamos una prensa en la zona de rotura para que cierre la rajadura lateral totalmente. Notaremos que existe una buena presión porque veremos un resto de cola que sale por ella.
Es conveniente darle 48 horas de secado, para que no haya dudas de una buena unión. Aunque las colas actuales, con sus nuevas fórmulas, tienen un excelente resultado.
En el caso de roturas muy planas y rectas, conviene colocar dentro una varilla redonda de madera, previo agujereado en forma vertical, en ambas partes, como si fuera una espiga. Deben tener mismo espesor agujero y tarugo o varilla redonda.
OTRA OPCIÓN.
También, si lo prefieren, pueden reforzar aún más esta reparación, colocando un tarugo largo desde afuera hacia adentro, en forma oblicua, abarcando la mayor longitud que puedan de la pata. Esto es conveniente ya que la zona está restaurada y seca, y nos da ventaja en la perforación y colocación de la varilla de madera abarcando las dos piezas que fueron unidas.
Vamos preparando también el tarugo o varilla redonda, dándole aspereza con una escofina o los dientes de un serrucho, apenas rozando en su contorno. Esto hará que la cola se impregne en su superficie y se agarre con mas fuerza dentro de la perforación.
Vamos probando en seco si ingresa sin problemas, hasta que ajuste bien.
Retiramos, ponemos cola dentro del orificio, ubicamos nuevamente la varilla girándola hasta que haga un primer tope, luego golpeamos con un martillo común hasta lograr un tope definitivo.
Si cuesta el ingreso, puede ser que dentro del orificio, en el fondo, esté contenido algo de aire, y no deje bajar la varilla. Yo lo llamo "efecto jeringa". Para solucionar esto, se le hace a la varilla apenas un corte longitudinal, una estría, de un milímetro de profundidad, sería como un pequeño canal de punta a punta, para que el aire y excedente de cola pueda filtrarse por allí hacia afuera, y permita dar paso a la varilla hasta tocar fondo.
Cuando esta última etapa seque, sólo nos queda aserrar el resto de la varilla que haya quedado fuera, con un serrucho de costilla, poniendo la cara de la hoja de plano contra la superficie de la madera que contiene el tarugo. Esto hará que el corte sea bien a ras.
Luego lijamos, y pintamos.
Es conveniente también agregar unos suplementos de goma debajo las patas o los llamados regatones. Esto es para que éstas no se desplacen hacia afuera al sentarse.
Como se habrán dado cuenta, en este trabajo hay secretos profesionales que no verán en muchos tutoriales. Son pequeños grandes detalles que hacen la diferencia entre un trabajo bien hecho y otro mediocre o malo. Traten de anotar estos pequeños trucos que les he mencionado antes, y otros que les enseñaré en adelante con otros proyectos.
No duden en preguntarme, lo que quieran. Aquí estoy, sentado en la banqueta terminada, en un descanso, tomándome un café.
Les mando un gran abrazo.